miércoles, 26 de marzo de 2014

Oda a una Rara Avis


Van naciendo erguidos luminosos volcanes
que resuelven el alboroto de un alba pertinente.
Y entre esos rugires osados de la tierra...
Ella sacude a los tibios y haraganes.


Ella está aquí, y cuando sonríe tiene una idea, de esas ideas rotundas
 cómo atraer a todos hacia el abrazo de una alegría que comienza...
...y son de esas ideas que quieren postergarse, trascenderse, ser eternas...
sólo porque cree que debe ser así, porque lo sabe, porque lo siente...


 Ay Rara Avis !... hermosura del Sur desafiante
date tregua, si ! Tú que no descansas entre albas y atardeceres
date tregua! Re-mírate, recógete, re-mímate...
date tregua! Re-tómate mientras alzas tu vuelo y revoloteas bajo esos cielos incontenibles de nuestro Andes. date tregua! Pero sobre todo no olvides el secreto...
re-nácete hacia la madrugada, la noche, el día, por todos los caminos, durante todos los días, durante todas la vidas.


Y en los entre tiempos aletargados de tus vuelos buscas construir.
Construir andamios que perduren bajo los mantos nobles, genuinos y reales.
Los mantos bajo los cuales, se recogen quienes se aman, se nutren, se miran…
Ellos son los amantes asiduos, que quieren reencarnarse una y otra vez en primaveras febriles.
Entonces, Rara Avis, lánzate a los caminos una vez más.
Entrégate a lo inconmensurable, lo incorruptible, a lo bello…
A los años, a la vida, al amor.